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José García Domínguez

Sólo falta el capitán Khan

En España, contra lo que previeron Marx y Engels, la fase superior del socialismo no es el comunismo sino el landismo.

En España, contra lo que previeron Marx y Engels, la fase superior del socialismo no es el comunismo sino el landismo. Y es que, al menos aquí, las leyes inmutables de la Historia no se esconden en la lógica dialéctica de Hegel, sino en el archivo de Cine de barrio. Mira que perdimos años intentando descifrar aquel arcano plomizo de las condiciones objetivas y subjetivas cuando teníamos la explicación científica del cosmos celtíbero justo delante de nuestras narices: Aunque la hormona se vista de seda, Atraco a las tres, Manolo la nuit, Genaro el de los 14. Alfredo Landa, en calzoncillos y camiseta imperio, corriendo tras las suecas con una botella de güisqui del caro cada mano. Entonces aún no lo sabíamos, pero en aquella ristra de fotogramas casposos estaba escrito lo que tanto ansiábamos aprender. Pues absolutamente nada más había que saber: era allí, en aquellos gayumbos cutres donde siempre habría de empezar y acabar cuanto nos faltaba por ver.

O sea, como El eterno retorno de Nietzche pero con traducción, comentarios y notas a pie de página a cargo de Pepiño Blanco. O sea, Roldán marcando paquete con las gachís de cafeta en la portada del Interviú. O sea, las cenas gratis total –postre incluido– de "los nuestros" en la CMNV. O sea, a Solchaga me lo elevas al cubo y después lo multiplicas por cien, que ya hemos vuelto. O sea, oye, chico, que éste sigue siendo el país donde resulta más fácil hacerse rico en menos tiempo. O sea, lo de la optimización fiscal de Mario Conde pero, ahora, sin disimular, que con éste ni hace falta. O sea, como Hacienda somos todos... nosotros –Sebastián, Arenillas y Vegara–, a ver quién es el guapo que nos va a reclamar los tres millones de euros contingentes que no pensamos pagarle al fisco. O sea, la casa de tócame Roque (López), ése de Ibiza que se ha soltado a largar desde que lo apuñalaron en la Comisión de Listas.

Siempre el eterno retorno. Siempre Nietzche en la versión del Tebeo. Bambi, feliz y risueño, paseando con Pedro Jota por los jardines de La Moncloa al día siguiente de su toma de posesión: "He dado todas las instrucciones de seguimiento más absoluto de los currículos de los altos cargos para exigirles un comportamiento absolutamente impecable". Y siempre Landa: Pepe Montilla, mano derecha y chico de los recados de Josep Maria Sala, el kapo de Filesa, Malesa y Time Sport, aprovechando que ZP lo acababa de elegir ministro de Industria para homenajear al ex presidiario, elevándolo a miembro destacado de la Comisión Ejecutiva del PSC.

O sea, Roldán. O sea, el de los cuarteles de Roldán trincando en Ibiza. Ya sólo falta el capitán Khan, que debe venir de camino.

En España

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